Una de las formas de unir la historia con los alumnos e incentivarlos a investigar y recopilar información y datos sobre algún proceso histórico de nuestro país, es a través de la construcción de un árbol genealógico, que cobra vida cuando la motivación se hace presente entre nuestros estudiantes.

Fotografías, escritos, videos, grabaciones y otras expresiones comunicacionales -que han quedado plasmadas en la historia familia- hoy toman vida con la construcción de un árbol genealógico, donde los fundadores de estas familias pasan a ser los protagonistas: tres, cuatro y hasta cinco generaciones, cada una con su aporte a nuestro país.

Esta experiencia educativa se lleva a cabo en el Quinto Básico B, a cargo de la profesora Guísela Cerna Guiñez, quien cuenta que los alumnos están contentos y participativos con esta actividad, ya que se conectan con sus orígenes y al mismo tiempo cumple con el objetivo de valorar la diversidad cultural de nuestro país.

Esta iniciativa ayuda a los alumnos a encontrar elementos de conexión con sus abuelos, bisabuelos y hasta tatarabuelos. Parecidos físicos y de personalidad, formas de caminar, de hablar, incluso más de alguno va a querer seguir los pasos de sus antepasados en alguna profesión u oficio.

En cada familia hay una historia familiar, que en algunos casos pasan a ser acontecimientos históricos para Valdivia y otras ciudades de nuestro país, ya que no solo hay una valoración por cómo se originó la familia, sino por el aporte cultural que se entrega a la sociedad.